Lágrimas en el fuego, sanación y liberación

Nuestro pueblo interpreta el mundo como un sistema interrelacionado y como un orden espiritual vigilado y moral, que demanda respeto, gratitud y moderación, una relación equilibrada entre los elementos del universo con el creador.
Hay una vinculación armónica de todos los elementos del universo, en el que el ser humano es un elemento más, la tierra es la madre que da la vida y el maíz un signo sagrado.
Todos los individuos tienen una misión determinada dentro de la totalidad de elementos que constituyen el universo, todos traen un trabajo y una función.
Hay fuerzas que se consideran dioses y espíritus u otras entidades creadas de forma negativa.
En estas ceremonias mi trabajo es sanar y liberar todo aquel origen negativo o no natural.